El ingeniero se tomó un descanso. Se saca los anteojos caros, de una marca exclusiva, que obviamente no son ray ban, porque cómo tan básico y se hecho un chok de tequila del bar de su oficina. Con su polera polo rosada divisa por el ventanal. Deja la reunión para más tarde. Está conociendo a una modelo que conoció en el antro. Es como Joan Smalls de Yoncé. Ya tu sabes que a ellos les importa más el estilo que las nalgas. La pasa a buscar al gym en su deportivo. Ellos son como los del comercial de nescafé tomando un capuccino en la montaña. Ella usa unos gigantes lentes de nieve rosados con los cuales se desliza por el blanco cerro nevado. Su vida siempre fue perfecta. Él nunca se entrometió en las travesuras de sus compañeros. Con las manos en sus bolsillos solo miraba de lejos y se reía de sus travesuras. Siempre preocupado de su peinado militar, pero no de soldado raso, sino de sargento. En su vida nunca hubo alti bajos, el equilibrio es su tónico. Nació habland...