Evangélica de pelo largo y falda larga. Te envidio por tu tranquilidad. Por tu limpio y tradicional historial.
Eres de clase baja pero ya eres rica. Con tu aro de perla ficticia de quinientos pesos y tu ropa formal siempre impecable, nada de jeans apretados y pestañas postizas. Naciste en el barrio pero estar en el camino del Señor te da elegancia. Tu largo pelo negro siempre brilla y huele a bebé. Nunca le has dado ni le darás sin sabores a tus seres queridos. Para ti, toda ocación es importante y lo tomas con alegría, cómo la cena de navidad, el cumpleaños del sobrino o ir a comprar pan durante la mañana del domingo, tú te levantas impecable y perfumada mientras el mundo duerme en la resaca.
Evangélica de nombre bíblico, que desde el vientre te tocaron pensamientos conscientes. Por tu juventud, tienes todo un futuro por delante y no desgastas tu belleza en excesos. Tus mejillas rosadas y uñas perfectas al estilo francés.
Te observo tocando las puertas, te miro del brazo de alguien por la calle y me pregunto, ¿Esta mujer se aburrirá?
Pero es imposible aburrirse entre tantos hermanos, el amor de tu vida y la música de la iglesia. Porque está en tu adn el bienestar. Y tu calzado es siempre de taco bajo sutil, tus poleras de colores delicados y margaritas estampadas.
Te observo con tus lentes de marco café leyendo tus versículos, con un delicado anillo en tu mano y me inspira a volver al hogar, a sentirme protegida, a eliminar la ropa negra de mi closet.
No te sobra el dinero pero no lo malgastas y no te sometes a peripecias por él. Es que tu espíritu no necesita desarrollar disciplina. Te levantas peinada hasta los feriados y mantienes tu entorno siempre ordenado.
Eres la compañera de kinder a la cual observada dibujando una cama perfecta mientras borroneaba mi cuaderno. Hay cosas que no necesitan esfuerzo. Tú no podrías ser otra. Jamás conocerás un pub o discoteque y eso no te inquieta. Porque tu no sigues moda. Tu eres mas de estar al aire libre bajo el cielo calipso un día soleado y luego irse a casa cuando se encienden los postes.

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